SIEMPRE MÁS
martes, 22 de marzo de 2011
Contar lo que no vivimos imaginando lo que otros no pudieron vivir porque no los dejaron, dar vuelta la historia hacia atrás, meterse en la historia en 1º persona, ir y venir con la imaginación como una manera de expresar nuestra manera de entender lo que fue la dictadura militar. Eso es lo que hicimos con los chicos y chicas para componer esta creación colectiva. Quedó este texto por momentos crudo pero muy rico porque se sitúan en un contexto que es el de lo impensable, ya lejano de la realidad en la que ellos nacieron y crecieron, mostrando una sensibilidad y una conciencia que hace mantener viva la memoria, a defensa de la identidad, las luchas y reivindicaciones que quedan aún.
Para que se lea, se discuta, se contagie en otros encuentros. Nunca más al horror se sigue diciendo en las nuevas generaciones argentinas y latinoamericanas, y siempre más a crear juntos, a sensibilizarse, a imaginar y compartirse con el otro en estas clases de expresión que son, además, maneras de apropiarse y hacer vivir ese tesoro humano que es la libertad.
A.S.
Para que se lea, se discuta, se contagie en otros encuentros. Nunca más al horror se sigue diciendo en las nuevas generaciones argentinas y latinoamericanas, y siempre más a crear juntos, a sensibilizarse, a imaginar y compartirse con el otro en estas clases de expresión que son, además, maneras de apropiarse y hacer vivir ese tesoro humano que es la libertad.
A.S.
Día 1
Me llamo Claudia y tengo 23 años, llegué de trabajar hace un rato, la calle estaba oscura, escuché gritos y tiros, fue horrible, me asusté mucho.
Me preparé la cena, me bañé y me acosté a leer, ya que me tranquiliza. A veces tengo miedo que descubran la clase de libros que leo, sé que no están de acuerdo, pero es lo que me gusta. Tengo temor de que me pase lo mismo que a Lucas, mi hermano de 19 años.
Ellos se lo llevaron hace una semana, una noche que fui a estudiar a lo de una compañera. No sé que hicieron con él, cuando llegué mi vecina dijo que había sentido golpes y gritos, estoy destrozada, hice lo más que pude para saber de él, pero hace 7 días que mi vida es un infierno.
Día 2
Anoche a la madrugada escuché llorar a una mujer, se la estaban llevando, sus ideas eran diferentes a las de ellos. Si no se piensa lo mismo, no dejan tranquila a la gente.
Me voy a trabajar, espero volver bien a casa y encontrar todo como cuando lo dejé.
Ya cené y estoy en el sillón, a una compañera de trabajo le desapareció el marido y me enteré que a los que se llevan los electrocutan, atan, cortan, queman, violan, les meten cosas raras en los genitales, quiero saber ya dónde está Luquitas. Voy a tratar de dormir
Día 3
Esto está cada vez peor, hoy entraron a la universidad a la que voy, se llevaron a tres de mis compañeros y muchos más alumnos, estoy desesperada.
No quiero volver a casa, necesito alguien que me ayude, pero como soy de Chaco, mis amistades quedaron allá y mis viejos fallecieron en una accidente de tránsito, mi vida es un desastre.
Día 4
Acabo de llegar a mi casa, no puedo parar de llorar, está todo dado vuelta, entraron en mi casa. ME ESTÁN BUSCANDO.
Día 5
Son las once de la noche, otra vez no me puedo dormir, no quiero ir a trabajar mañana. Escucho muchos autos que vienen y van, me parece que volvieron a buscarme, escucho golpes, me van a llevar…
Este diario fue encontrado en la calle, lo escribió Claudia Gómez de 23 años, es una desparecida más.
Candela y Florencia -3º B
Era una noche desierta, una noche indiferente donde a cielo abierto mataban a la gente, militares pasaban a la calle de lado a lado, yo con miedo en mi cuarto totalmente encerrado.
Entraron y balearon a mi familia y amigos no había nadie más, era el único testigo. Los mataron con crudeza con frialdad y sin valor, sus cuerpos inertes sin alma en el corredor.
Yo salí de mi cuarto donde estaba escondido, ya no aguanto más, un día sin olvido.
Al día siguiente volvieron por más, yo ahora me encontraba en el patio de atrás, atravesaron la casa hasta donde yo estaba… llegó mi final, acá todo acaba.
Julián y Micaela – 3ºB
Sí, definitivamente lo había logrado. Su primera novela había sido publicada. Había sido un trabajo de más de un semestre, su ocupación, preocupación y único fin. Y ya lo había conseguido. Se sentó en su sofá a ver un poco de televisión. Cambió un par de canales, hasta que una imagen fría, con dolor e injusticia se reflejó en su pantalla. Se podía ver a un hombre vestido de verde, apuntando a otro con un fusil, poniéndole tras unos segundos un final ensordecedor a su vida. Instantáneamente volvieron a su mente aquellos días en los que caminando volvía de su facultad, y veía pasar hombres como el de la imagen en una calle y otra. Pensó en lo “afortunada” que fue al evadir aquel “horror” –con ironía. Pensó que tal vez no había sido tan dura aquella etapa, ya que aún siendo estudiante de letras, logró sobrevivir. No tomaba tan en serio haber sido partícipe de esos años sin democracia. Pero… ¿qué pensaría si supiera que por haberle negado su número a ese joven de apariencia tranquila, de cabello largo y ropa suelta, la habría salvado su sueño, su vida y su existencia? ¿Quién le hubiera dicho que de haber estado su número en el papel de la billetera de aquel joven, hubiera sufrido lo que él?
Rocío -3ºB
Un nuevo despertar
Esos años vividos llenos de dolor
Desesperanza, llanto y sufrimiento
Era un solo sueño con cara de horror,
Que se lleve el dolor y devuelve la alegría
Con una fantasía que vuelve
A nacer o a despertar otra vez.
Un nuevo sol sale y despierta a una ciudad
Llena de cambios y con esperanza de que esos
Niñas que fueron arrebatados y vagan
Las caras de los niños que quieren
Un nuevo despertar, que en un abrir y cerrar de ojos
Aparecidos y felices estarán
Para poder perdonar ese enorme
Horror se derribara y sembraran
Felicidad y dirán nunca más a la
Crueldad vivida en esa dictadura
Confundida por la vida y se creara
Un nuevo despertarLas caras de los niños que quieren
Un nuevo despertar, que en un abrir y cerrar de ojos
Aparecidos y felices estarán
Para poder perdonar ese enorme
Horror se derribara y sembraran
Felicidad y dirán nunca más a la
Crueldad vivida en esa dictadura
Confundida por la vida y se creara
Un nuevo despertar
Diana y Aldana -3ºD
Diana y Aldana -3ºD
Sin una identidad, vuelven a nacer y
Regresan de las manos y en los pasos
De sus mamás.
Con una sonrisa en la cara y una
Flor en su mano y la bandera argentina
En su pecho, y sin identidad desconocida
Que gritando dicen aparecidos ya están.
Los culpables de esos sucesos
Ya se arrepentirán y sentirán
Un dolor en su pecho
Porque hicieron mucho mal
Como sombras que caminan
Y vagan por su libertad
Luchan y marchan por las calles
Imponiendo igualdades y reprimiendo la libertad
Pero presas seguirán en conciencia y humanidad
Buenos Aires, 21 de octubre de 1979
Querida flía:
Mediante estas letras me dirijo a ustedes para contarles que, en este tiempo, de oscuridad y miedo por las calles, estoy bien. Siento en mi corazón mucha angustia y soledad por todo lo que está sucediendo hoy en día.
Acá dentro vivimos en sociedad, todos con temor de no volver a despertar jamás, vivimos con miedo de saber lo que pasará.
Les cuento que al atardecer, apareció en el cuarto de castigos un compañero fusilado de tal manera que no tuvo oportunidad alguna de luchar por su vida.
Se sufre mucho el hambre, el frío, ya que se carece de abrigo y alimentos. Nuestra ropa es precaria.
Nunca imaginé estar separado de mi familia y pasando horrores, escuchar y observar torturas, golpes, fusilamientos que los militares nos dan. Uno, en este ambiente, se familiariza y encariña con los nuestros porque en definitiva pasamos por lo mismo.
Me voy despidiendo de tal forma que no sé qué pensar: si tendremos posibilidad de encontrar la libertad o ya pensar en el final.
Mis saludos y abrazos para todos, nos volveremos a ver, si es que conseguimos la libertad.
Saluda atte.
Claudio
María Inés -3ºD
“cinco estrellas”
La noche tranquila,
La rompe un Falcon con insignia,
“abandonen sus esperanzas”,
Estas palabras vistas en su carrocería.
Bajan súbditos de Videla,
Con el brillo de sus armas,
Tumbando puertas y gritando,
Con sus nudillos,
Dejaban en silencio aquella habitación,
¡no lo lleves! Se escuchó en la ocasión,
simulaban ser sordos,
sus zapatos fueron…
la negra sombra que dejó.
Franco, Matías V., Matías L. y Braian – 3ºD
Era yo o ellos “yo solo cumplía ordenes”
Comienzo por plantear mi teoría sobre esta época que no vi pero tengo demasiada información y argumentos, mis abuelos y hasta mi mamá vivieron ese periodo represivo espantoso e inolvidable. No entiendo y no voy a poder entender jamás el por qué mataron tantas personas inocentes, y aunque no lo hayan sido, estaban luchando por sus ideas y no dejaban de ser personas, muertos por otras personas, torturadas por otras personas, “los militares” que aunque sean eso también eran personas matando a sangre fría a otras más y lo justificaron diciendo “yo sólo cumplía órdenes”, nunca escuché una frase tan insólita, porque yo preferiría morir antes que matar.
Bell -3ºC
Clara es una chica de 20 años, está estudiando derecho en una de las universidades más importantes del país, ella es muy independiente e inteligente. Sus padres siempre la cuidaron mucho de chica, pero al momento de empezar a estudiar ella les pidió que la dejen acostumbrarse a vivir sola y no ser tan dependiente de ellos. Ya hace dos años que está de novio, con Nicolás aunque no es mucho el tiempo que están juntos, ya se imaginan en un futuro juntos. Ellos quieren tener tres hijos, él ya tiene uno con 25 años y quiere tener más. También quieren comprar una casa a la ribera del río, ya que a los dos les gusta mucho la tranquilidad. Quieren casarse cuando cumplan 8 años de novio ya que ese es su número de la suerte. Clara también tiene planificado un viaje por Latinoamérica, para investigar de cerca qué derechos necesitan ser cumplidos en Argentina y que en otros países sí lo hacen. Clara en un futuro quiere tener su propio estudio jurídico, hacer justicia y servir para su país que ama, para que sea mejor y más justo.
Ella sueña con tener una vida feliz, formar su familia, trabajar de lo que ama y envejecer junto a su pareja.
Clara el 17 de febrero de 1977 mientras estaba en una de las horas más interesantes de su carrera, fue llevada por militares por motivos que se desconocen y jamás volvió a saberse de ella. Su historia terminó allí, no hubo hijos, casamiento, estudio, nada…
Florencia -3ºB
Diario íntimo:
Marcelo, hoy es el día 28 de marzo de 1976, pasaron tantas cosas inexplicables en Argentina, seguro te has enterado.
No te imaginas el horror que vivimos, los días tristes son cada vez más dolorosos, ni salir a la calle a mirar el día se puede.
A mi por suerte no me ha tocado vivir momentos tan desesperantes pero con solo pensar lo que le ocurrió a Martín, mi hermano, por solo estudiar carreras que a ellos no les beneficiaban. No sé si conocés la “noche de los lápices”, donde millones de jóvenes fueron sacados a la fuerza por unos militares corruptos, entre esos jóvenes estaba Martín.
No sé cuando lo leerás, quizás te vea antes, pero en este momento me desahogué mucho, espero que termine pronto este horror
Laura
Rolli? -3ºD
Florescencia
Lágrimas sobre el papel
Vos tenías que decir tu verdad
Luego… tu ausencia,
Un enorme dolor en mí
Y preparar la tierra
No podía dejar que me lo arrancaran
Como a los yuyos frente al rosal
Como a vos de mi.
Cuanto más profundo punzaba tu recuerdo
Las raíces hundían más la tierra negra de nuestro jardín
Y con cada nuevo brote de hojas
Un verde renuevo de esperanza
Brotaba en mí
Y tus palabras eran como un sello
En ese tronco visible ante todos
¿será por eso que me llevaron a mi también?
Russo -3ºB
Se desesperó la esperanza.
Nos hicieron creer,
Atroz la realidad.
Ensordecieron el dolor,
Omitieron las preguntas,
Quisieron borrar la esencia,
La magia,
Quisieron borrarnos la ilusión
Aplacarnos la lucha.
Verán hoy,
Que seguimos más vivos que nunca.
Amancay -3ºC
Somos
Se nos agrietó la voz
De gritos mudos.
Del silencio obligado,
Del sentir prohibido.
Nos arrancaron las raíces,
Nos borraron las palmas de las manos
Nos anestesiaron los sueños.
Los cálidos destellos
Se volvieron húmedos,
Se desesperó la esperanza.
Nos hicieron creer,
Atroz la realidad.
Ensordecieron el dolor,
Omitieron las preguntas,
Quisieron borrar la esencia,
La magia,
Quisieron borrarnos la ilusión
Aplacarnos la lucha.
Verán hoy,
Que seguimos más vivos que nunca.
Amancay -3ºC
El último almuerzo
Bautista almorzaba junto a su familia mientras escuchaba por la radio un partido de la selección argentina. Por la ventana, se veía un frío domingo y el olorcito del asado se filtraba por el costado.
Él era una persona generosa, audaz, con un alma luchadora guiada por sus sueños que, a pesar de esto, era perseguido por el gobierno por ser subversivo, al participar en numerosos reclamos por una mejor vida y por “complotar” en contra del gobierno.
Estudiaba en la universidad de bellas artes y militaba en el partido peronista, en el cual las reuniones eran clandestinas con la finalidad de terminar la dictadura, por el cual su trabajo era comunicar al resto de la población para que se unan a ellos en el combate.
En un momento suena el teléfono, Jorge atiende. En eso, se escucha caer la puerta. Disparos. Gritos. Pánico.
-me encontraron-exclamó Bautista- corriendo hacia el patio. Intentó subir al canalón, pero lo logró en su segundo intento. Pidió ayuda a su vecino, pero la respuesta fue un no. No tuvo más tiempo, sin dar la voz de alto, apretaron el gatillo. Su cuerpo cayó como una piedra lanzada al vacío, sin vida, sin fuerza. Desde ese momento, todo fue desigual.
Augusto y Federico -3ºB
En esa época tan trágica, llena de dolores, amarguras muchas personas quedaron sin sus vidas proyectadas que en alguna etapa de sus vidas las soñaron e imaginaron un buen futuro, lleno de metas e ilusiones que nunca pudieron llegar. María Laura era una de las personas afectadas. Ella en su adolescencia imaginó una carrera, la que más le gustaba: medicina. Y nunca lo pudo lograr, los problemas y violencias no se lo permitieron, así como con ese proyecto de miles de personas terminaron con sus cortas vidas.
Familias esperaban el regreso de sus hijos, hermanos, amigos, que al día de hoy esa espera nunca pasó: quedaron sin una solución concreta, con miles de dudas y dolores. Hoy en día esperan una respuesta para poder entender esa tragedia.
María Laura hoy tendría 42 años, con hijos, que le podrían traer toda la felicidad de nietos, la carrera elegida por ella, ayudando a miles de personas, que si ella pudiera contar hoy en día lo sucedido, y no haberle pasado lo que le pasó, ayudaría aparte por lo proporcional para remarcar hechos, ayudas que esas personas no pudieron recibir para en el presente estar con vida, y vivirla normalmente. Como cada uno merece y pretende.
Y no hoy sus familias llorar un recuerdo a una fotografía, a un lugar.
Y cada integrante hoy se sigue preguntando el ¿por qué? A ellos ¿por qué esas cosas? ¿Por qué deben sufrir ese dolor y angustia que no saben explicar? Que es algo tan inmenso que no tienen explicación correcta.
Antonella 3ºB
Año 1976, comenzó la dictadura, gobiernan los militares, hoy comienza el colegio y no tengo idea de cómo será. …ya han pasado varias semanas y me he enterado que en varias escuelas han entrado los militares, no han entrado en la mía todavía, no sé lo que se siente pero tengo miedo y no quiero que pase. Hoy me levanté y mis padres estaban escondiendo en el patio mis libros y discos. Yo no entendía pero luego me explicaron que era por seguridad porque no se podían tener. Ayer entraron en mi colegio y se llevaron a un amigo de mi hermano, cuando él llegó a casa estaba muy nervioso porque le había prestado varias cosas que decían su nombre y temía que lo vengan a buscar…
Tengo mucho miedo, anoche los militares entraron a mi casa a la fuerza, destrozaron todo y se llevaron a mi hermano, tememos que le pase algo malo.
Al pasar varias semanas sigue sin aparecer mi hermano. Al pasar varias semanas allanan nuevamente mi casa en la cual me llevan a mi, quieren que les diga en qué andaba mi hermano lo cual yo no sabía, entonces me torturaban demasiado, sufría muchísimo, eran demasiado antihumano y no les importaba nada. Luego de no sé cuanto tiempo logré escapar. La vida es muy dura, no puedo dormir y quedé muy traumada. No sé nada de mi hermano, me he encontrado con mi familia pero mi hermano sigue desaparecido y ya no tengo esperanzas por él. Fue un tiempo muy horrible y espero que no vuelva a pasar jamás, y sobretodo superar este temor que tengo solo a vivir, y que la etapa oscura y tenebrosa que hay para todo el mundo se terminara muy pronto…
Marlene -3ºB
Me llamo Alejandro Arrigo, nací en Necochea provincia de Buenos Aires, y crecí en ella misma.
Mis padres son Alexis Arrigo y Mónica Gallardo, son hombres laburantes, y nunca dejarán que me falte algo.
Tuve una infancia común y corriente, hice la primaria y la secundaria. Siempre a la salida de la escuela me iba a buscar mi papá, llegaba a mi casa y mi mamá me recibía con la comida en la mesa, a la tarde, luego de hacer los deberes, me despejaba jugando a la pelota con los chicos de mi barrio.
Hasta ahí, mi vida era normal, tranquila, hasta que un 4 de abril de 1976 notaba cambios de parte de mis padres, el mismo colegio y en el barrio.
Yo no entendía el motivo de tanta movilidad, disturbios y desesperación en la calle, cuando traté de hablar con mis papás ellos no me daban respuestas coherentes o cambiaban de tema, era obvio que se trataba de algo malo.
Pasó el fin e semana y el lunes fui al colegio normalmente, noté el cambio en la seriedad de las profesoras y directivos. Al llegar la hora de irnos salí afuera y vi que mis papás no estaban, pensé que algo les había pasado, así que me senté y esperé. Observaba cómo los padres apuraban a sus hijos por retirarlos del cole y me sentía confuso. Hasta que vino un compañero y me dijo que me alcanzaba hasta mi casa.
Llegué y el barrio estaba normal y silencioso, cuando bajé del auto observaba desde la vereda mi casa y noté que la puerta estaba semi-abierta. Dudé de entrar, pero vi que el auto de mis padres estaba en el garaje, entonces entré corriendo, pero vi que al auto de mis padres no le había pasado nada, que mi madre como siempre me esperaba con la comida en la mesa, y que por algún motivo mi padre no me fue a buscar al cole… pero no, no fue así, no había nadie, la comida no estaba hecha, solamente estaba la tele prendida y algunas cosas tiradas.
Estaba asustado y muy preocupado por mis papás, y es así como me siento hasta el día de hoy…
Sergio y Emanuel -3ºB
No te hubieras metido
-quedate un rato más, mamá te lleva a tu casa! –me dijo Franco mientras mezclaba las cartas para comenzar otro truco
-es tarde y no tengo luces en la motoneta, además ando sin documentos.
-qué importa eso, mi mamá te lleva a tu casa- insistió Franco mientras tiraba las cartas sobre la mesa redonda, 3 para cada uno.
-no! Me voy, no quiero joder a nadie –dije en un acto de furia y me levanté de la silla.
-ah, tenés miedo a perder? No seas cagón –se burló Franco.
-dale, dale, una mano más para salvar mi honor –dije accediendo.
Mano va, mano viene, truco, quiero, quiero vale cuatro y así sucesivamente pasaban los minutos rápidamente. En un momento de alegría miré el reloj y vi sorprendido que eran las once. Rápidamente dije:
-me voy, me voy, ya es tarde –y encaré para la puerta. Mientras cerraba la puerta esuché:
-quedate me faltan tres p…
-chau! –grité desde la vereda.
Encendí la moto y salí disparado por la avenida 59 hacia mi casa, el frío agarrotaba mis manos que no dejaban de apretar el acelerador, el frío también congelaba mis pensamientos: el auto verde que seguro me cruzaría en alguna esquina, le tenía terror.
Me faltaban dos cuadras para llegar a mi casa, el tiempo había pasado rápido, y por suerte no me había cruzado ese feo color verde. Iba bajando la marcha pensando en mi equipo de fútbol preferido, el cual había dejado de participar en las competencias desde que había desaparecido su director técnico misteriosamente, cuando de pronto una chica embarazada de un metro y medio se me paró delante de la moto. Por unos segundos nos observamos. Su cara está deformada por las lágrimas que habían corrido su pintura y dejaba un claro gesto de terror.
-ayudame, me están siguiendo –dijo esforzándose. Sin pensarlo contesté: -dale, subite, apurate.
Rompí el camino a mi casa y me encaminé nuevamente a lo de Franco. No sé por qué hacía eso, pero actué sin pensarlo. En unos segundos mi motoneta, yo y la chica emprendíamos una fuga perseguidos de cerca por tres falcones.
En una esquina se nos cruzó uno de esos falcones, el cual no pude esquivar y debido al impacto la chica y yo volábamos sobre el Falcon cayendo sobre el asfalto.
No sé cuánto tiempo estuve tirado ahí inconsciente. Cuando logré recuperarme escuché de inmediato los gritos de la chica que forcejeaba con uno de ellos. De pronto percibí unos pasos cerca de mí, como si alguien se me acercara. Vi un hombre agachado cerca de mis ojos cubriendo toda mi visión. Su rostro estaba compuesto por sus ojos misteriosos, un gran bigote y gruesos labios, emanaban un odio incomparable. Me aferró unos segundos y luego con un tono grueso dijo:
-no te hubieras metido pibe –y con un movimiento brusco de su parte me golpeó, y vi cómo un palo negro cerraba mis ojos.
Ezequiel -3ºC
Debido a mi edad, 18 años, nacido 10 años después de terminada la dictadura militar, no viví el momento de esa época, no tengo quizás muy en claro el contexto social. Pero a lo largo de mis años de estudio, solamente pude escuchar una versión en el ámbito educativo, que no concuerda con el pensamiento de la mayoría de la gente mayor que he consultado. La versión que he escuchado fue que militares= “malos” y que las personas desaparecidas (30.000) nunca cometieron ningún delito de lesa humanidad. Pero qué contesta con la otra postura, que relatan situaciones de terrorismo puro (bombas en las iglesias, ferrocarriles, mataban militares delante de sus familiares). Quisiera que alguna vez haya en algún colegio o ámbito educativo un debate entre las dos posturas, porque en este momento, mi postura es confusa.
Augusto, 3ºD
(NOTA: al contrario de censurar, felicito a Augusto por el valor para hablar de sus dudas, todos conocemos distintas versiones de la historia sólo nos acerca a entender alguna verdad el preguntar, el discutir y cotejar esas miradas. Propongo tomar en cuenta sus preguntas para próximos debates entre los chicos. A.S.)
Me llamo Claudia y tengo 23 años, llegué de trabajar hace un rato, la calle estaba oscura, escuché gritos y tiros, fue horrible, me asusté mucho.
Me preparé la cena, me bañé y me acosté a leer, ya que me tranquiliza. A veces tengo miedo que descubran la clase de libros que leo, sé que no están de acuerdo, pero es lo que me gusta. Tengo temor de que me pase lo mismo que a Lucas, mi hermano de 19 años.
Ellos se lo llevaron hace una semana, una noche que fui a estudiar a lo de una compañera. No sé que hicieron con él, cuando llegué mi vecina dijo que había sentido golpes y gritos, estoy destrozada, hice lo más que pude para saber de él, pero hace 7 días que mi vida es un infierno.
Día 2
Anoche a la madrugada escuché llorar a una mujer, se la estaban llevando, sus ideas eran diferentes a las de ellos. Si no se piensa lo mismo, no dejan tranquila a la gente.
Me voy a trabajar, espero volver bien a casa y encontrar todo como cuando lo dejé.
Ya cené y estoy en el sillón, a una compañera de trabajo le desapareció el marido y me enteré que a los que se llevan los electrocutan, atan, cortan, queman, violan, les meten cosas raras en los genitales, quiero saber ya dónde está Luquitas. Voy a tratar de dormir
Día 3
Esto está cada vez peor, hoy entraron a la universidad a la que voy, se llevaron a tres de mis compañeros y muchos más alumnos, estoy desesperada.
No quiero volver a casa, necesito alguien que me ayude, pero como soy de Chaco, mis amistades quedaron allá y mis viejos fallecieron en una accidente de tránsito, mi vida es un desastre.
Día 4
Acabo de llegar a mi casa, no puedo parar de llorar, está todo dado vuelta, entraron en mi casa. ME ESTÁN BUSCANDO.
Día 5
Son las once de la noche, otra vez no me puedo dormir, no quiero ir a trabajar mañana. Escucho muchos autos que vienen y van, me parece que volvieron a buscarme, escucho golpes, me van a llevar…
Este diario fue encontrado en la calle, lo escribió Claudia Gómez de 23 años, es una desparecida más.
Candela y Florencia -3º B
Era una noche desierta, una noche indiferente donde a cielo abierto mataban a la gente, militares pasaban a la calle de lado a lado, yo con miedo en mi cuarto totalmente encerrado.
Entraron y balearon a mi familia y amigos no había nadie más, era el único testigo. Los mataron con crudeza con frialdad y sin valor, sus cuerpos inertes sin alma en el corredor.
Yo salí de mi cuarto donde estaba escondido, ya no aguanto más, un día sin olvido.
Al día siguiente volvieron por más, yo ahora me encontraba en el patio de atrás, atravesaron la casa hasta donde yo estaba… llegó mi final, acá todo acaba.
Julián y Micaela – 3ºB
Sí, definitivamente lo había logrado. Su primera novela había sido publicada. Había sido un trabajo de más de un semestre, su ocupación, preocupación y único fin. Y ya lo había conseguido. Se sentó en su sofá a ver un poco de televisión. Cambió un par de canales, hasta que una imagen fría, con dolor e injusticia se reflejó en su pantalla. Se podía ver a un hombre vestido de verde, apuntando a otro con un fusil, poniéndole tras unos segundos un final ensordecedor a su vida. Instantáneamente volvieron a su mente aquellos días en los que caminando volvía de su facultad, y veía pasar hombres como el de la imagen en una calle y otra. Pensó en lo “afortunada” que fue al evadir aquel “horror” –con ironía. Pensó que tal vez no había sido tan dura aquella etapa, ya que aún siendo estudiante de letras, logró sobrevivir. No tomaba tan en serio haber sido partícipe de esos años sin democracia. Pero… ¿qué pensaría si supiera que por haberle negado su número a ese joven de apariencia tranquila, de cabello largo y ropa suelta, la habría salvado su sueño, su vida y su existencia? ¿Quién le hubiera dicho que de haber estado su número en el papel de la billetera de aquel joven, hubiera sufrido lo que él?
Rocío -3ºB
Un nuevo despertar
Esos años vividos llenos de dolor
Desesperanza, llanto y sufrimiento
Era un solo sueño con cara de horror,
Que se lleve el dolor y devuelve la alegría
Con una fantasía que vuelve
A nacer o a despertar otra vez.
Un nuevo sol sale y despierta a una ciudad
Llena de cambios y con esperanza de que esos
Niñas que fueron arrebatados y vagan
Las caras de los niños que quieren
Un nuevo despertar, que en un abrir y cerrar de ojos
Aparecidos y felices estarán
Para poder perdonar ese enorme
Horror se derribara y sembraran
Felicidad y dirán nunca más a la
Crueldad vivida en esa dictadura
Confundida por la vida y se creara
Un nuevo despertarLas caras de los niños que quieren
Un nuevo despertar, que en un abrir y cerrar de ojos
Aparecidos y felices estarán
Para poder perdonar ese enorme
Horror se derribara y sembraran
Felicidad y dirán nunca más a la
Crueldad vivida en esa dictadura
Confundida por la vida y se creara
Un nuevo despertar
Diana y Aldana -3ºD
Diana y Aldana -3ºD
Sin una identidad, vuelven a nacer y
Regresan de las manos y en los pasos
De sus mamás.
Con una sonrisa en la cara y una
Flor en su mano y la bandera argentina
En su pecho, y sin identidad desconocida
Que gritando dicen aparecidos ya están.
Los culpables de esos sucesos
Ya se arrepentirán y sentirán
Un dolor en su pecho
Porque hicieron mucho mal
Como sombras que caminan
Y vagan por su libertad
Luchan y marchan por las calles
Imponiendo igualdades y reprimiendo la libertad
Pero presas seguirán en conciencia y humanidad
Buenos Aires, 21 de octubre de 1979
Querida flía:
Mediante estas letras me dirijo a ustedes para contarles que, en este tiempo, de oscuridad y miedo por las calles, estoy bien. Siento en mi corazón mucha angustia y soledad por todo lo que está sucediendo hoy en día.
Acá dentro vivimos en sociedad, todos con temor de no volver a despertar jamás, vivimos con miedo de saber lo que pasará.
Les cuento que al atardecer, apareció en el cuarto de castigos un compañero fusilado de tal manera que no tuvo oportunidad alguna de luchar por su vida.
Se sufre mucho el hambre, el frío, ya que se carece de abrigo y alimentos. Nuestra ropa es precaria.
Nunca imaginé estar separado de mi familia y pasando horrores, escuchar y observar torturas, golpes, fusilamientos que los militares nos dan. Uno, en este ambiente, se familiariza y encariña con los nuestros porque en definitiva pasamos por lo mismo.
Me voy despidiendo de tal forma que no sé qué pensar: si tendremos posibilidad de encontrar la libertad o ya pensar en el final.
Mis saludos y abrazos para todos, nos volveremos a ver, si es que conseguimos la libertad.
Saluda atte.
Claudio
María Inés -3ºD
“cinco estrellas”
La noche tranquila,
La rompe un Falcon con insignia,
“abandonen sus esperanzas”,
Estas palabras vistas en su carrocería.
Bajan súbditos de Videla,
Con el brillo de sus armas,
Tumbando puertas y gritando,
Con sus nudillos,
Dejaban en silencio aquella habitación,
¡no lo lleves! Se escuchó en la ocasión,
simulaban ser sordos,
sus zapatos fueron…
la negra sombra que dejó.
Franco, Matías V., Matías L. y Braian – 3ºD
Era yo o ellos “yo solo cumplía ordenes”
Comienzo por plantear mi teoría sobre esta época que no vi pero tengo demasiada información y argumentos, mis abuelos y hasta mi mamá vivieron ese periodo represivo espantoso e inolvidable. No entiendo y no voy a poder entender jamás el por qué mataron tantas personas inocentes, y aunque no lo hayan sido, estaban luchando por sus ideas y no dejaban de ser personas, muertos por otras personas, torturadas por otras personas, “los militares” que aunque sean eso también eran personas matando a sangre fría a otras más y lo justificaron diciendo “yo sólo cumplía órdenes”, nunca escuché una frase tan insólita, porque yo preferiría morir antes que matar.
Bell -3ºC
Clara es una chica de 20 años, está estudiando derecho en una de las universidades más importantes del país, ella es muy independiente e inteligente. Sus padres siempre la cuidaron mucho de chica, pero al momento de empezar a estudiar ella les pidió que la dejen acostumbrarse a vivir sola y no ser tan dependiente de ellos. Ya hace dos años que está de novio, con Nicolás aunque no es mucho el tiempo que están juntos, ya se imaginan en un futuro juntos. Ellos quieren tener tres hijos, él ya tiene uno con 25 años y quiere tener más. También quieren comprar una casa a la ribera del río, ya que a los dos les gusta mucho la tranquilidad. Quieren casarse cuando cumplan 8 años de novio ya que ese es su número de la suerte. Clara también tiene planificado un viaje por Latinoamérica, para investigar de cerca qué derechos necesitan ser cumplidos en Argentina y que en otros países sí lo hacen. Clara en un futuro quiere tener su propio estudio jurídico, hacer justicia y servir para su país que ama, para que sea mejor y más justo.
Ella sueña con tener una vida feliz, formar su familia, trabajar de lo que ama y envejecer junto a su pareja.
Clara el 17 de febrero de 1977 mientras estaba en una de las horas más interesantes de su carrera, fue llevada por militares por motivos que se desconocen y jamás volvió a saberse de ella. Su historia terminó allí, no hubo hijos, casamiento, estudio, nada…
Florencia -3ºB
Diario íntimo:
Marcelo, hoy es el día 28 de marzo de 1976, pasaron tantas cosas inexplicables en Argentina, seguro te has enterado.
No te imaginas el horror que vivimos, los días tristes son cada vez más dolorosos, ni salir a la calle a mirar el día se puede.
A mi por suerte no me ha tocado vivir momentos tan desesperantes pero con solo pensar lo que le ocurrió a Martín, mi hermano, por solo estudiar carreras que a ellos no les beneficiaban. No sé si conocés la “noche de los lápices”, donde millones de jóvenes fueron sacados a la fuerza por unos militares corruptos, entre esos jóvenes estaba Martín.
No sé cuando lo leerás, quizás te vea antes, pero en este momento me desahogué mucho, espero que termine pronto este horror
Laura
Rolli? -3ºD
Florescencia
Lágrimas sobre el papel
Vos tenías que decir tu verdad
Luego… tu ausencia,
Un enorme dolor en mí
Y preparar la tierra
No podía dejar que me lo arrancaran
Como a los yuyos frente al rosal
Como a vos de mi.
Cuanto más profundo punzaba tu recuerdo
Las raíces hundían más la tierra negra de nuestro jardín
Y con cada nuevo brote de hojas
Un verde renuevo de esperanza
Brotaba en mí
Y tus palabras eran como un sello
En ese tronco visible ante todos
¿será por eso que me llevaron a mi también?
Russo -3ºB
Se desesperó la esperanza.
Nos hicieron creer,
Atroz la realidad.
Ensordecieron el dolor,
Omitieron las preguntas,
Quisieron borrar la esencia,
La magia,
Quisieron borrarnos la ilusión
Aplacarnos la lucha.
Verán hoy,
Que seguimos más vivos que nunca.
Amancay -3ºC
Somos
Se nos agrietó la voz
De gritos mudos.
Del silencio obligado,
Del sentir prohibido.
Nos arrancaron las raíces,
Nos borraron las palmas de las manos
Nos anestesiaron los sueños.
Los cálidos destellos
Se volvieron húmedos,
Se desesperó la esperanza.
Nos hicieron creer,
Atroz la realidad.
Ensordecieron el dolor,
Omitieron las preguntas,
Quisieron borrar la esencia,
La magia,
Quisieron borrarnos la ilusión
Aplacarnos la lucha.
Verán hoy,
Que seguimos más vivos que nunca.
Amancay -3ºC
El último almuerzo
Bautista almorzaba junto a su familia mientras escuchaba por la radio un partido de la selección argentina. Por la ventana, se veía un frío domingo y el olorcito del asado se filtraba por el costado.
Él era una persona generosa, audaz, con un alma luchadora guiada por sus sueños que, a pesar de esto, era perseguido por el gobierno por ser subversivo, al participar en numerosos reclamos por una mejor vida y por “complotar” en contra del gobierno.
Estudiaba en la universidad de bellas artes y militaba en el partido peronista, en el cual las reuniones eran clandestinas con la finalidad de terminar la dictadura, por el cual su trabajo era comunicar al resto de la población para que se unan a ellos en el combate.
En un momento suena el teléfono, Jorge atiende. En eso, se escucha caer la puerta. Disparos. Gritos. Pánico.
-me encontraron-exclamó Bautista- corriendo hacia el patio. Intentó subir al canalón, pero lo logró en su segundo intento. Pidió ayuda a su vecino, pero la respuesta fue un no. No tuvo más tiempo, sin dar la voz de alto, apretaron el gatillo. Su cuerpo cayó como una piedra lanzada al vacío, sin vida, sin fuerza. Desde ese momento, todo fue desigual.
Augusto y Federico -3ºB
En esa época tan trágica, llena de dolores, amarguras muchas personas quedaron sin sus vidas proyectadas que en alguna etapa de sus vidas las soñaron e imaginaron un buen futuro, lleno de metas e ilusiones que nunca pudieron llegar. María Laura era una de las personas afectadas. Ella en su adolescencia imaginó una carrera, la que más le gustaba: medicina. Y nunca lo pudo lograr, los problemas y violencias no se lo permitieron, así como con ese proyecto de miles de personas terminaron con sus cortas vidas.
Familias esperaban el regreso de sus hijos, hermanos, amigos, que al día de hoy esa espera nunca pasó: quedaron sin una solución concreta, con miles de dudas y dolores. Hoy en día esperan una respuesta para poder entender esa tragedia.
María Laura hoy tendría 42 años, con hijos, que le podrían traer toda la felicidad de nietos, la carrera elegida por ella, ayudando a miles de personas, que si ella pudiera contar hoy en día lo sucedido, y no haberle pasado lo que le pasó, ayudaría aparte por lo proporcional para remarcar hechos, ayudas que esas personas no pudieron recibir para en el presente estar con vida, y vivirla normalmente. Como cada uno merece y pretende.
Y no hoy sus familias llorar un recuerdo a una fotografía, a un lugar.
Y cada integrante hoy se sigue preguntando el ¿por qué? A ellos ¿por qué esas cosas? ¿Por qué deben sufrir ese dolor y angustia que no saben explicar? Que es algo tan inmenso que no tienen explicación correcta.
Antonella 3ºB
Año 1976, comenzó la dictadura, gobiernan los militares, hoy comienza el colegio y no tengo idea de cómo será. …ya han pasado varias semanas y me he enterado que en varias escuelas han entrado los militares, no han entrado en la mía todavía, no sé lo que se siente pero tengo miedo y no quiero que pase. Hoy me levanté y mis padres estaban escondiendo en el patio mis libros y discos. Yo no entendía pero luego me explicaron que era por seguridad porque no se podían tener. Ayer entraron en mi colegio y se llevaron a un amigo de mi hermano, cuando él llegó a casa estaba muy nervioso porque le había prestado varias cosas que decían su nombre y temía que lo vengan a buscar…
Tengo mucho miedo, anoche los militares entraron a mi casa a la fuerza, destrozaron todo y se llevaron a mi hermano, tememos que le pase algo malo.
Al pasar varias semanas sigue sin aparecer mi hermano. Al pasar varias semanas allanan nuevamente mi casa en la cual me llevan a mi, quieren que les diga en qué andaba mi hermano lo cual yo no sabía, entonces me torturaban demasiado, sufría muchísimo, eran demasiado antihumano y no les importaba nada. Luego de no sé cuanto tiempo logré escapar. La vida es muy dura, no puedo dormir y quedé muy traumada. No sé nada de mi hermano, me he encontrado con mi familia pero mi hermano sigue desaparecido y ya no tengo esperanzas por él. Fue un tiempo muy horrible y espero que no vuelva a pasar jamás, y sobretodo superar este temor que tengo solo a vivir, y que la etapa oscura y tenebrosa que hay para todo el mundo se terminara muy pronto…
Marlene -3ºB
Me llamo Alejandro Arrigo, nací en Necochea provincia de Buenos Aires, y crecí en ella misma.
Mis padres son Alexis Arrigo y Mónica Gallardo, son hombres laburantes, y nunca dejarán que me falte algo.
Tuve una infancia común y corriente, hice la primaria y la secundaria. Siempre a la salida de la escuela me iba a buscar mi papá, llegaba a mi casa y mi mamá me recibía con la comida en la mesa, a la tarde, luego de hacer los deberes, me despejaba jugando a la pelota con los chicos de mi barrio.
Hasta ahí, mi vida era normal, tranquila, hasta que un 4 de abril de 1976 notaba cambios de parte de mis padres, el mismo colegio y en el barrio.
Yo no entendía el motivo de tanta movilidad, disturbios y desesperación en la calle, cuando traté de hablar con mis papás ellos no me daban respuestas coherentes o cambiaban de tema, era obvio que se trataba de algo malo.
Pasó el fin e semana y el lunes fui al colegio normalmente, noté el cambio en la seriedad de las profesoras y directivos. Al llegar la hora de irnos salí afuera y vi que mis papás no estaban, pensé que algo les había pasado, así que me senté y esperé. Observaba cómo los padres apuraban a sus hijos por retirarlos del cole y me sentía confuso. Hasta que vino un compañero y me dijo que me alcanzaba hasta mi casa.
Llegué y el barrio estaba normal y silencioso, cuando bajé del auto observaba desde la vereda mi casa y noté que la puerta estaba semi-abierta. Dudé de entrar, pero vi que el auto de mis padres estaba en el garaje, entonces entré corriendo, pero vi que al auto de mis padres no le había pasado nada, que mi madre como siempre me esperaba con la comida en la mesa, y que por algún motivo mi padre no me fue a buscar al cole… pero no, no fue así, no había nadie, la comida no estaba hecha, solamente estaba la tele prendida y algunas cosas tiradas.
Estaba asustado y muy preocupado por mis papás, y es así como me siento hasta el día de hoy…
Sergio y Emanuel -3ºB
No te hubieras metido
-quedate un rato más, mamá te lleva a tu casa! –me dijo Franco mientras mezclaba las cartas para comenzar otro truco
-es tarde y no tengo luces en la motoneta, además ando sin documentos.
-qué importa eso, mi mamá te lleva a tu casa- insistió Franco mientras tiraba las cartas sobre la mesa redonda, 3 para cada uno.
-no! Me voy, no quiero joder a nadie –dije en un acto de furia y me levanté de la silla.
-ah, tenés miedo a perder? No seas cagón –se burló Franco.
-dale, dale, una mano más para salvar mi honor –dije accediendo.
Mano va, mano viene, truco, quiero, quiero vale cuatro y así sucesivamente pasaban los minutos rápidamente. En un momento de alegría miré el reloj y vi sorprendido que eran las once. Rápidamente dije:
-me voy, me voy, ya es tarde –y encaré para la puerta. Mientras cerraba la puerta esuché:
-quedate me faltan tres p…
-chau! –grité desde la vereda.
Encendí la moto y salí disparado por la avenida 59 hacia mi casa, el frío agarrotaba mis manos que no dejaban de apretar el acelerador, el frío también congelaba mis pensamientos: el auto verde que seguro me cruzaría en alguna esquina, le tenía terror.
Me faltaban dos cuadras para llegar a mi casa, el tiempo había pasado rápido, y por suerte no me había cruzado ese feo color verde. Iba bajando la marcha pensando en mi equipo de fútbol preferido, el cual había dejado de participar en las competencias desde que había desaparecido su director técnico misteriosamente, cuando de pronto una chica embarazada de un metro y medio se me paró delante de la moto. Por unos segundos nos observamos. Su cara está deformada por las lágrimas que habían corrido su pintura y dejaba un claro gesto de terror.
-ayudame, me están siguiendo –dijo esforzándose. Sin pensarlo contesté: -dale, subite, apurate.
Rompí el camino a mi casa y me encaminé nuevamente a lo de Franco. No sé por qué hacía eso, pero actué sin pensarlo. En unos segundos mi motoneta, yo y la chica emprendíamos una fuga perseguidos de cerca por tres falcones.
En una esquina se nos cruzó uno de esos falcones, el cual no pude esquivar y debido al impacto la chica y yo volábamos sobre el Falcon cayendo sobre el asfalto.
No sé cuánto tiempo estuve tirado ahí inconsciente. Cuando logré recuperarme escuché de inmediato los gritos de la chica que forcejeaba con uno de ellos. De pronto percibí unos pasos cerca de mí, como si alguien se me acercara. Vi un hombre agachado cerca de mis ojos cubriendo toda mi visión. Su rostro estaba compuesto por sus ojos misteriosos, un gran bigote y gruesos labios, emanaban un odio incomparable. Me aferró unos segundos y luego con un tono grueso dijo:
-no te hubieras metido pibe –y con un movimiento brusco de su parte me golpeó, y vi cómo un palo negro cerraba mis ojos.
Ezequiel -3ºC
Debido a mi edad, 18 años, nacido 10 años después de terminada la dictadura militar, no viví el momento de esa época, no tengo quizás muy en claro el contexto social. Pero a lo largo de mis años de estudio, solamente pude escuchar una versión en el ámbito educativo, que no concuerda con el pensamiento de la mayoría de la gente mayor que he consultado. La versión que he escuchado fue que militares= “malos” y que las personas desaparecidas (30.000) nunca cometieron ningún delito de lesa humanidad. Pero qué contesta con la otra postura, que relatan situaciones de terrorismo puro (bombas en las iglesias, ferrocarriles, mataban militares delante de sus familiares). Quisiera que alguna vez haya en algún colegio o ámbito educativo un debate entre las dos posturas, porque en este momento, mi postura es confusa.
Augusto, 3ºD
(NOTA: al contrario de censurar, felicito a Augusto por el valor para hablar de sus dudas, todos conocemos distintas versiones de la historia sólo nos acerca a entender alguna verdad el preguntar, el discutir y cotejar esas miradas. Propongo tomar en cuenta sus preguntas para próximos debates entre los chicos. A.S.)
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